SERIES INNOVADORAS EN 2016
Cannabis,The Crown, The OA, Westworld, y The
Young Pope
2016 ha sido el año de mayor
producción de series, 455 solo en EEUU. Varias son innovadoras, pero en
proporción inferior a años anteriores. Hemos comentado, en
precedentes artículos, Black Mirror, que en su tercera temporada
mantiene su calidad, Mr. Robot,
que tras una excelente primera temporada ha bajado su nivel en la segunda, Stanger Things, serie
revelación, The Night Of, tema
judicial y denuncia del racismo, People
versus O. J. Simpson también judicial y sobre los medios de
comunicación, Happy Valley, con buena trama policíaca y
social, The night manager,
espionaje y de Jour Polaire y Noskov del género negro nórdico, que
destacan junto a otras series que siguen emitiéndose tras varias
temporadas, como Veep o Juego de Tronos o El miniisterio del tiempo. A ellas se unen Cannabis, The Crown, The OA, Westworld, The Young Pope.
El
interés de la audiencia por las series francesas ha aumentado en estos últimos
años, llegando a ocupar el
26% de la emisión de las televisiones francesas en abierto, incrementando su
exportación. Su temática se ha ampliado, como vemos con Cannabis (Arte, 2016), miniserie concebida
por Amid Hiloua y producida por la directora Tonie Marshall, en coprodución con España y la ha dirigido la joven Lucie Borleteau. El marco de la serie es la mafia de las drogas,
centrándose en la personalidad de los traficantes. No aparecen secuencias con
la policía, ni hay escenas judiciales, solo el mundo de la droga y el carácter
y la intimidad de los que se dedican a su tráfico. Transcurre en el triángulo
del Mediterráneo formado por Marruecos, Marbella y Francia, por el que se
transportan los alijos de hachís siguiendo hasta los barrios de Paris, La
Roseraie y De Villiers. Tiene un tono documental que descubre el trabajo de los grandes y los pequeños
traficantes de droga, a lo que ayudan unos diálogos creíbles. Es un thriller
con acción, pero el núcleo central se halla en cuatro personajes: Uno de los capos, que
interpreta magistralmente Pedro Casablanc, actor español que ha protagonizado destacadas obras de teatro y distintas series, y que consigue crear un personaje de Shakespeare, al que caracteriza su ferocidad y vanagloria de conseguir lo imposible. Este capo es una persona cultivada, amable con las mujeres, pero violento y cruel en su
trabajo de traficante. Diferentes personajes están interpretados por Christopher Palo, Houda Benyamina y la actriz Kate
Moran. Los distintos personajes que integran el tráfico de drogas se encuentra bien reflejado
en esta ambiciosa miniserie.
Netflix realiza grandes esfuerzos para conquistar la audiencia europea, entre ellos la serie La corona (The crown, Netflix, 2016) en la que han invertido entre 8 y 9 millones de fibras por epi8sodio. Creada por Peter Nolan, está concebida para seis temporadas, la primera centrada en la década de los 50, 1947 a 1956. Llega a su final el reinado de Jorge VI, que fallece ´de un cáncer de pulmón y es coronada la joven Isabel II (Claire Foy) con 25 años, que se casa con su amado Felipe de Mountbatten en Westminster Abbey. Este inicio de la serie muestra su cuidado por el vestuario, los decorados, y el atrezzo. Los primeros años de intimidad, turbados por los sucesos políticos, la postguerra, el ascenso del comunismo y los problemas para el Imperio británico Hay escenas en el Palacio de Buckingham, el deseo de la Reina de mantener buenas relaciones con Winston Churchill (John Lingow, que está´ḿáagnífico), destacando los retratos psicológicos de todos los personajes. Los primeros años de reinado coinciden con tiempos difíciles de cambio, enfrentando situaciones personales como el romance de la Princesa Margarita (Vanessa Kimby) con Ṕéter Townsend. La serie ha conseguido ampliar su audiencia no solo a los adultos, sino que está interesando a los jóvenes, de acuerdo con las suscripciones a Netflix, la cadena emisora.
Sobresale también The OA (Netflix, 2016), que ha dividido a la audiencia en partidarios entusiastas y detractores por la atención que requiere seguirla. Formalmente tiene gran belleza y transcurrido el inicio pensamos que es ciencia ficción y que nos enfrentamos a una realidad paralela, aqueo la serie es una reflexión sobre lo que ocurre tras la muerte. Una joven ciega. desaparecida durante siete años, regresa teniendo bien la vista y por lo que cuenta a un grupo de adolescentes y a una profesora legamos a saber que fue raptada por un científico que con otras personas las ha mantenido muertas bajo tierra para experimentar la existencia tras la muerte. Creada por Bat Marling y Zat Batmanginj tienen un propósito innovador y sus creadores están seguros de que habrá una segunda temporada, ya que tienen muchas cosas que contar.
Sorprende por su brillantez y elegancia formal Westworld (HBO, 2016), serie creada por Jonathan Nolan y Lisa Joy, basáńdose en la pelíćúĺá´del mismo t´tulo, que en 1973 habíá´éśćŕíto y dirigido el novelista y Director Micharl Crichton. Westworld es un parque temático tecnológicamente muy avanzado dedicado al mítico Oeste en el que se pueden vivir las mismas aventuras y peligros que hemos visto y leído en películas y novelas ambientadas en el Far West. Millonarios con traumas tratan de superarlos en este ambiente en el que no hay límites morales, se puede cometer desde un crimen a una violacióń. Los servidores son humanoides que pueden ser víćtimas de las acciones peligrosas, ya que pueden recomponerse, en cambio los visitantes no deben sufrir ningúń´daño. Todos los actores son magníficos, empezando por Anthony Hopkins, que interpreta al creador del Parque que dirige desde un laboratorio situado debajo deĺ´ý Parque, y´que ahora esta dedicado a hacer evolucionar a los humanoides dotándoles de la capacidad de soñar. Uno de os atractivos radica en la conducta de los visitantes, que no avanzan en su humanidad, al contrario que los robots humanoides, que sí progresan en su humanidad, lo que lleva a situaciones inesperadas. La gran belleza formal, se acompaña de la necesidad de reflexióń, convirtiéndola en una serie de culto, pero que por su lentitud puede desesperar a un sector de la audiencia.
Serie de gran originalidad The Young Pope (Sky Itaia-Canal +, 2016), llama la
atención su carencia de trama según el concepto de las series, estando rodada
como una película en la que la narración se basa en los diálogos. En cierto
sentido recuerda La noche de Antonioni, siendo también
sorprendente y angustiosa con sus gotas de broma. The Young Pope (El Joven Papa)
está dirigida por Paolo Sorrentino, que tras La gran belleza y Juventud es uno de los directores
máś´śóbresalientes. El punto de partida de esta miniserie es la intriga de un
Cardenal que desea un Papa mediático y manejable, logrando el elección de
un joven italo-americano de 47 años. que tomará la nombre de Pío XIII,
interpretado por Jude Law. Tiene una posicióń conservadora, aunque una mente
abierta en temas ccomo los sexuales- Abandonado de nuño por sus padres, en el
Orfanatorio en el que se crió, conoció a una monja, Sor María Pascualina (Dianne Keaton)
a la que nombra su Ayudante. , Amado por los pobres y odiado por el establishment
del Vaticano, al que desconcierta con sus conversaciones sobre Dios, la
heterodoxia o pasaje de la Biblia. apoyándose en citas de Mina o Biansky. Entre
sus preocupaciones están la fe mas tradicional, la amistad y las
traicione y las luchas en el Vaticano. Un Cardenal español Guti´érrez,
interpretado por Javier Cámara, que desempeña el papel de Maestro de Ceremonias
del Vaticano.. Hay escenas de gran belleza. como cuando Pío XIII con un grupo
escuchan un disco de la habitual del Festival de San Remo, Nada Malamina, Oscila
entre la inteligencia de una visióń´évangéĺíćá´á´ĺá mordacidad. Y como toda
obra provocadora a muchos espectadores puede parecerle un disparate
repleto de diálogos ridículos. es el riesgo de los experimentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario