Páginas TEMARIO

lunes, 14 de marzo de 2016

       

   EL CINE ES UN ESPECTÁCULO



     Un ejemplo de cine filipino: A lullaby to the sorrowful mistery


    Cine experimental para Festivales

    


A lullaby to the sorrowful midtery


         Siluetas que se perfilan en un bosque, mujeres en busca de sus hombres, un capitán del ejército español, una mujer despechada, un cura, las sombras de José Rizal o Andrés Bonifacio, distintas rivalidades que enfrentan tagalos y otras etnias, violaciones, ritos religiosos, todo con una luz onírica casi lúgubre. A través de relatos individuales avanzamos en la guerra de independencia colonial de Filipinas en medio del viento de la jungla, la naturaleza y el espacio de su geografía. Lav Díaz director de la película filipina A lullaby to the sorrowful mistery (Canción de arrullo para un trágico misterio, traducción aproximada) se lamenta de que las salas de cine  en filipinas no proyecten sus películas y de que no concedan ayudas especiales las autoridades para su cine. El tiempo no es un problema para Lav Diaz, la película dura ocho horas y treinta y tres minutos, por lo que se  proyectó  con un descanso a las cuatro horas en su única proyección en la Berlinale. Es una duración habitual en las películas,  de Lav Díaz, la anterior From what is before (2014), duraba casi seis horas, y Storm children. Book one (2014) tiene una duración de nueve horas y cuarto. Obtuvo el Oso de Plata de Nuevas Perspectivas en Berlín,  y como todas sus obras tiene gran belleza y siempre versan sobre temas comprometidos, pero su exhibición parece reservada a sesiones especiales en los Festivales. Ya Theo Angelopoulos en su Trilogía sobre la lamentable dictadura militar en Grecia, la segunda película, El viaje de los comediantes (1975), con una duración de tres horas y cincuenta minutos, comprobó que era un metraje excesivo, aunque era otra época más cinéfila y poseía una construcción dramática  más asequible.

 
A lullaby to the sorrowful mistery  

        


  A lo largo de la película hay numerosas discusiones entre nativos y de estos con los españoles. En una de ellas, uno de los protagonistas afirma que por medio del arte no se puede hacer la revolución y su antagonista, por el contrario, sostiene que hay que seguir escribiendo poesía y cantando, porque solo el arte conseguirá la auténtica revolución y liberación. Los personajes mejor construidos son los de las mujeres, destacando la mujer de Andrés Bonifacio en su incansable busca de su marido raptado. La película es el caminar de un país en busca de su alma y la dramaturgia de Lav Díaz trata de conseguir un impacto espiritual, poético, casi hipnótico, para transmitir el sentimiento de liberación, aunque algunos pasajes pecan de didactismo y cierto tono declamatorio. Esta propuesta a través de ocho horas y media, en blanco y negro y con una cámara en su mayor parte de la narración carente de movimientos, requiere una exigencia demasiado dura para los espectadores. La película da la sensación de estar realizada para satisfacción de su director,  por lo que es una película experimental, para ser exhibida en festivales y muestras de cine de un carácter especializado. El cine es cultura y arte, pero a la vez espectáculo y una película obtiene su auténtico valor al proyectarse ante los espectadores, que se sienten atraídos y     disfrutan con este espectáculo.




        Por otra parte, José Rizal, de ascendencia malaya, china y española, era un líder que luchó por la autonomía de Filipinas dentro de la corona española. Autor de dos novelas, párrafos de las mismas fueron utilizadas por el independentista Andrés Bonifacio. Rizal, era también médico,y  fue detenido en el barco que iba a zarpar para Cuba donde tenía un destino. La condición de masón de Rizal estuvo entre las causas de su detención y posterior ajusticiamiento, denunciado y acusado de sedición por miembros de Órdenes religiosas, franciscanos y dominicos. La vida de Rizal reíne las condiciones para protagonizar una película. A lullaby to the sorrowful mistery discurre durante la guerra de independencia de la corona española entre 1896 y 1897, firmándose la paz en el Tratado de París en 1899 por la que España cedía Filipinas a EEUU que había acudido en apoyo de la independencia. Los filipinos se sintieron traicionados por EEUU que se anexionó Filipinas y estalló una guerra aún más terrible entre filipinos y norteamericanos, que duró de 1899 a 1902, y que causó la muerte de un millón de filipinos entre militares y población civil, lo que se conoce como "el genocidio filipino". EEUU conservó a Filipinas como colonia hasta 1946, tras el final de la II Guerra Mundial, implantando la cultura norteamericana, por lo que su cine práticamente en su totalidad es de habla inglesa, como la película de Lav Díaz. A lullaby to the sorrowful mistery, película que está en el límite del cine que un Festival  generalista como Berlín puede admitir y en las antípodas del cine que puede proyectarse en una sala de cine normal.










No hay comentarios:

Publicar un comentario