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martes, 16 de junio de 2015



SER INDUSTRIA ES EL PROBLEMA




       Ridley Scott, buen director y excelente productor ejecutivo rodó en España y localizó en Navarra y Canarias, El reino de los cielos (2005) y Prometeo (2009) por sus localizaciones y también por las ayudas. La financiación y recuperación de la misma son actividades principales de los productores. Cada productor tiene sus propios métodos y cada método sus ventajas y desventajas. Toda medida que afecte a estas actividades tienen gran importancia en el cine.  Las desgravaciones eran la esperanza del cine español. Antonio Carballo, director y editor de Cineinforme, la única revista en España que contempla el cine como industria, afirma en su número de marzo- abril, 2014: Gran decepción de toda la industria en la Gala de los Goya, se esperaba el anuncio de alguna acción puntual para reactivar el sector, como se había hecho con la industria del  del automóvil y el sector de las obras de arte. El Secretario de Estado de Cultura pensaba anunciar la aprobación de las desgravaciones al cine, situándolas en el 30%  para películas nacionales y para los rodajes extranjeros en España del 25%. No pudo ser y cuando se aprobaron las desgravaciones fueron más bajas de lo esperado, pero están en la buena dirección: para películas nacionales el 20%, el primer millón de euros, y los siguientes el 18%, con el límite de 3 millones de euros y para los rodajes extranjeros el 15% con el límite de 2,5 millones de euros.

El reino de los cielos

      Los últimos tres años se ha producido un boom de rodajes en Canarias debido a sus ventajas fiscales, las deducciones por inversión, el 35 % con el límite de 4.5 millones de euros y para producciones españolas el 38-40% con el límite de 5.4 millones, en el impuesto de sociedades. En los últimos tres años se han rodado más de 20 películas. Ron Howard se mostraba maravillado de la Isla de La Gomera donde ha rodado En el corazón del mar  (2015). Igualmente satisfecho Justin Lin que dirigió en Tenerife el gran éxito de Universal, A todo gas 6 (2013). También las notables deducciones para películas españolas ha atraído el rodaje de películas españolas, como, Felices 140 (2015) de Gracia Querejeta, Nadie quiere la noche (2014) de Isabel Coixet, El Niño  (2014) de Daniel Monzón. Navarra ha aprobado una Ley que establece respectivamente las deducciones  para películas nacionales en el 38% y un 25% para rodajes extranjeros. 

   
En el corazón del mar


    
            Cada proyecto de película requiere un tipo de financiación, aunque en todas las decisiones una de las principales está relacionada con los contratos de difusión en televisión, preventas internacionales, distribución y coproducciones. Al mismo tiempo el productor tomará sus decisiones sobre créditos a bajo interés o subvencionados y cada vez más le interesan las ventajas fiscales, de forma que las desgravaciones han convertido a Nueva Zelanda en uno de los platós importantes de Hollywood. David Puttnam, en su libro The undeclared war, cuenta la importancia que para el cine norteamericano han tenido las desgravaciones por inversión en producción, especialmente la que permitió desde 1969 desgravar a personas físicas el 100% de sus obligaciones fiscales. Esta medida permitió, en su opinión, trabajar a los productores independientes y recobrar el espíritu creativo de Hollywood con películas como Alguien voló sobre el nido del cuco (1975) de Milos Forman, Mi vida es mi vida (1970) de Bob Rafelson o Taxi driver (1976) de Scorsese. También fue utilizada por los Estudios, evitando la quiebra de Columbia Pictures.  En 1976 se cambió este sistema entrando en una fase más controlada.

Alguien voló sobre el nido del cuco


                  Continúa produciéndose un cine español que interesa a los espectadores, como Perdiendo el norte (2015) de Nacho Velilla o Palmeras en la nieve (2014) de Fenando González Molina. El interés de las desgravaciones es evidente y sería lógico que en toda España fuesen las mismas, excepto en Canarias que es superior por ser Zona económicamente especial y que puede convertirla en una competidora de Nueva Zelanda y un polo de producción para películas españolas. Las desgravaciones son otra modalidad de subvenciones por lo que el nivel de desgravación debe tener una relación con el importe de las subvenciones directas. Apostar por una desgravación superior a la actual y ser la principal fuente de ayudas será un cambio radical y un paso hacia contar con una industria real del cine. Es un tema sobre el que tendrían que ponerse de acuerdo productores y Administración. Sin este cambio seguiremos hablando de la crisis del cine español y, como este año esperando el anuncio de la rebaja del IVA, continuaremos pendientes de una buena noticia de Cultura en los Goya.




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