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miércoles, 24 de junio de 2015

ANATOMÍA DE UNA INDUSTRIA FANTASMA

Estudios Orphea



      Las películas realizadas en países de habla hispana tendrán los mismos privilegios que las españolas. Desmontaje del aparato burocrático creado para proteger al cine español, son dos de las propuestas de Francisco Elias. No es frecuente encontrar un director con iniciativa empresarial, idea clara de que el cine es industria, se mueva bien internacionalmente y luche por la innovación tecnológica, cualidades que poseía Francisco Elías, a quien todos le llamaban Paco Elías.  Nació  en Huelva en 1890, y desde los siete años vivió en Barcelona, donde se había trasladado su padre como maestro nacional. Empezó a trabajar muy joven en Remington, donde aprendió francés e inglés. Desde su llegada a Barcelona ha asistido a las proyecciones cinematográficas en  un barracón situado al final de la Ramabla de Santa Mónica. Allí surgió su iirresitible decisión de trabajar en el cine, por  lo que decide marcharse a París, atraído por las películas de los Lumiére, Melies y Max Linder.



       En 1908, con dieciocho años. se encuentra en París decidido  a aprender los secretos del cine, trabajando en Gaumont, como traductor y adaptador de rótulos. Más tarde se cambia a la compañía Eclair. Conoce al actor y director Léonce Perret que le facilita los contactos para  escribir  guiones. Viaja a Londres, profundiza en el cine norteamericano y sueña con ir a EEUU. Regresa a Barcelona para crear una sucursal de Eclair y .funda Manufacturas del film, dedicada a hacer títulos para las películas mudas y documentales, como Homrnaje a Ángel Guimerá  (1914) en el que filma "Terra baixa", interpretada por Enrique Borrás y.dirige  su primer corto de ficción con el cómico Arcos, Los oficios Vocación de Rafael Arcos (1915).



       En 1915 llega a Nueva York y funda tres empresas, una de ellas Elias Press, situada en Manhattan, dedicada a realizar rótulos e intertítulos para las películas mudas. Viaja por EEUU y llega a Hollywood, dirigiendo documentales, trabaja como  actor y en la Hacienda El Canutillo en México por encargo de Pancho Villa, dirige Epopeya. Con Manuel Noriega como intérprete dirige un corto, A perfect fit (1920). En su empresa en Nueva York conoce a Lee de Forest. quien tendría una patente de cine sonoro, y le anuncia que su negocio de rótulos no tenía futuro. El porvenir era el sonoro y Elias, convencido, cierra su negocio y en 1926 regresa  a España.





       En uno de sus viajes a Madrid conoce a Feliciano Vitores, que explotaba la patente Pfonofilm de Lee de Forest. Vitores por la reputación de Elias de gran técnico le encarga la primera película española sonora El misterio de la Puerta del Sol ((1928), que se estrena al año siguiente en Burgos. La deficiencia del sistema sonoro hace que la acogida por el público no fuese buena, pero le cabe el honor de ser la primera película sonora del cine español y la curiosidad que el protagonista es Juan de Orduña. Su prestigio aumentaba y tiene un gran éxito con la película rodada en París, Blanc commr neige (1931), estrenada en el cine Fantasio en Barcelona con el título de ¡Manos arriba!. En París había conocido  a Ramón Franco Bahamonde, piloto que se dedicaba a hacer tomas aéreas para rodajes, quien le presenta a los exiliados de la Dictadura de Primo de Rivera, entre ellos a Maciá,.

             Elias conocía Joinville en París y los grandes estudios norteamericanos, necesarios para crear una industria de cine. Por ello cuando Maciá es Presidente de la Generalitat, le presento el  proyecto suyo y del ingeniero José´ María Guillén Garcia y del francés Camille Lemoine, para construir los estudios Orphea. Fueron los primeros estudios preparados para rodar cine sonoro en España. Se construyeron en Montjuic aprovechando el Palacio de la Química de la Exposición Universal de 1929, en Barcelona. La primera película que se rodó due Pax (1932) dirigida por Francisco Elias., que demostraba su decidida apuesta por el cine sonoro.



       Allí se rodó la primera película hablada en catalán, El café de la Marina (1933) de Domenech Pruna, y la reputada modista de moda femenina, Rosario Pi. cuando cerró su negocio escribió guiones y dirigió en este estudio sus dos únicas películas, El gato montés (1935), de ambiente gitano,  y la opereta Molinos de viento  (1938). Cuando empecé a recorrer los platós de los estudios ví uno de los últimos rodajes de Orphea, una película de Miguel Iglesias, un buen routier del cine y de notable preparación intelectual, Carta a una mujer  (1958) con Emma Penella de protagonista y Salvador Torres Garriga, uno de los directores de fotografía que podemos llamar maestros . En 1962 un incendio arrasó estos estudios.


                                                                                                                                         
       Entre las películas siguientes de Elias, destacan Boliche (1933) con el trio argentino Irusta, Fugazot y Demaré, que encabezó las recaudaciones en España. Y la producción de Ulargui, María de la O (1936) en la que Elias contó con abundantes medios de rodaje y presupuesto. Sus intérpretes son Antonio Moreno, Pastora Imperio y Carmen Amaya. En 1938 tuvo que exiliarse en México donde escribió guiones y y dirigió seis películas, siendo El milagro de Cristo (1940), una de sus preferidas. En 1948 vuelve a España y en 1954 dirige Marta, película que no destaca.  No contando con ningún apoyo y olvidado debe sobrevivir, con muchas dificultades, casi pobremente, de traducciones y lecturas de originales para varias editoriales.


Francisco Elias


             El primer homenaje y único que recibió, desde su vuelta a España, fue en 1976, organizado por la Semana Internacional de Cine en Color. Se proyectó Maria de la O y el acto contó con la intervención del crítico Juan Francisco de Lasa que de manera brillante narró, como un buen cronista, sus recuerdos del cine mudo y la aportación de Francisco Elias al cine. El Subdirector General de Cinematografía, Ramón Cercós le entregó una ayuda para su autobiografía que acababa de terminar, Anatomía de un fantasma.  Le entregamos una placa conmemorativa y Elias nos deleitó con la visión de una etapa del cine del que había sido testigo y creador. Anteriormente el Sindicato Nacional del Espectáculo, en 1961, con motivo del reconocimiento a los profesionales que habían cumplido cincuenta años en la profesión, le había entregado a Elias un Diploma en el que se leía "Director sin antecedentes", dedicatoria que le parecíó incomprensible a Juan Francisco de Lasa.

      En su libro, conocido también como la Anatomía de una industria fantasma, hay interesantes testimonios de los sucesos vividos por Elias y un análisis de los males del cine español y sus propuestas para fortalecerlo. En 1977 fallecía. Y el siguiente homenaje, que pasa por ser el primero, tuvo lugar diecisiete años después en Huelva. Como señaló Juan Francisco de Lasa es indignante que la indiferencia de unos y la ignorancia de otros hayan tenido en esa situación de olvido al fundador del primer estudio del cine sonoro y a uno de los grandes impulsores del cine mudo y sonoro.


   VER https://books.google.es/books?id=VVWqv38eNf8C&pg=PA15&lpg=PA15&dq=aproximacion+historica+a+francisco+elias&source=bl&ots=q4x_ZZJ5Dm&sig=Y3Q

       

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